El domingo por la mañana, un trágico accidente sacudió a la ciudad fronteriza de Brownsville, Texas, cuando un conductor de una camioneta SUV atropelló a un grupo de personas que esperaban un autobús cerca de un albergue para migrantes. Ocho personas murieron y al menos diez resultaron heridas por el impacto del vehículo, que según los testigos se pasó un semáforo en rojo a gran velocidad.
La policía identificó al conductor como George Álvarez, un residente mexicano de 34 años que tiene un largo historial delictivo que incluye cargos por agresión, robo y conducción bajo los efectos del alcohol. Álvarez fue arrestado en la escena del accidente después de que varios transeúntes lo sujetaron cuando intentó escapar de la camioneta volcada. El lunes fue acusado de ocho cargos de homicidio involuntario y diez cargos de agresión agravada con un arma mortal. Su fianza se fijó en 3.6 millones de dólares.
Las autoridades están investigando si el accidente fue intencional o accidental, y si Álvarez estaba bajo la influencia de alguna sustancia. El jefe de la policía de Brownsville, Felix Sauceda, dijo en una conferencia de prensa que Álvarez se ha mostrado poco cooperativo con los oficiales y se ha negado a responder a las preguntas. «No es simplemente combativo. Simplemente dice ‘no, no voy a hacer esto’, y se tensa, lo que hace que sea más difícil para los oficiales de detención hacer su trabajo, pero estamos hablando con él», dijo Sauceda.
Las víctimas del accidente eran en su mayoría migrantes venezolanos que habían llegado recientemente a Estados Unidos y buscaban asilo político. El albergue donde se alojaban es administrado por la organización Good Neighbor Settlement House, que ofrece servicios sociales y humanitarios a los necesitados. El director ejecutivo de la organización, Héctor Zúñiga, expresó su consternación por el suceso y pidió oraciones por las familias afectadas. «Estamos devastados por esta tragedia. Estas personas vinieron aquí buscando una vida mejor y se encontraron con la muerte», dijo Zúñiga.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, emitió un comunicado expresando sus condolencias a las víctimas y sus familiares, y ofreciendo el apoyo del estado para la investigación. «Este es un día triste para Texas. Estamos profundamente entristecidos por la pérdida de vidas inocentes causada por este horrible accidente. Nuestros pensamientos y oraciones están con las familias y los seres queridos de las víctimas, así como con los heridos. El estado de Texas está trabajando estrechamente con las autoridades locales para asegurar que se haga justicia y se rinda cuentas», dijo Abbott.