La desinformación podría aprovecharse de la «capacidad ilimitada» de la inteligencia artificial

DESTACADO DE LA SEMANA Internacionales Tecnologia

La inteligencia artificial podría convertirse en la herramienta perfecta para la desinformación

La inteligencia artificial (IA) es una tecnología que permite crear sistemas capaces de aprender, razonar y tomar decisiones a partir de datos. La IA tiene múltiples aplicaciones beneficiosas para la sociedad, como la medicina, la educación, la seguridad o el entretenimiento. Sin embargo, también puede ser utilizada con fines maliciosos, como la generación y difusión de información falsa o engañosa.

La desinformación es un fenómeno que consiste en manipular o distorsionar la realidad con el objetivo de influir en la opinión pública, generar confusión, desconfianza o polarización, o favorecer los intereses de ciertos grupos o individuos. La desinformación puede afectar a diversos ámbitos, como la política, la economía, la salud o el medio ambiente.

La IA puede facilitar la creación y propagación de la desinformación de varias formas. Por un lado, puede generar contenidos falsos o alterados con un alto grado de realismo y verosimilitud, como imágenes, vídeos, audios o textos. Estos contenidos pueden ser difíciles de distinguir de los reales por los usuarios o por los sistemas de verificación tradicionales. Por otro lado, puede analizar grandes cantidades de datos y extraer patrones, tendencias o perfiles de los usuarios, lo que permite personalizar y segmentar los mensajes falsos según sus preferencias, creencias o emociones.

Algunos ejemplos de cómo la IA puede contribuir a la desinformación son los siguientes:

– Los deepfakes son vídeos o audios que muestran a personas reales haciendo o diciendo cosas que nunca hicieron o dijeron. Se crean mediante algoritmos de aprendizaje profundo que combinan y modifican imágenes o sonidos de diferentes fuentes. Los deepfakes pueden utilizarse para difamar, extorsionar, suplantar o engañar a personas públicas o privadas.
– Los bots son programas informáticos que imitan el comportamiento humano en las redes sociales u otras plataformas digitales. Los bots pueden generar o amplificar contenidos falsos o sesgados, crear cuentas falsas o interactuar con otros usuarios para influir en su opinión o comportamiento.
– Los generadores de texto son sistemas de IA que pueden producir textos coherentes y fluidos a partir de unas palabras clave, una frase o un tema. Los generadores de texto pueden emplearse para crear noticias falsas, comentarios falsos, reseñas falsas o propaganda falsa.

La IA también puede ser una aliada para combatir la desinformación. Algunas aplicaciones de la IA pueden detectar noticias falsas y desinformación al extraer información de las redes sociales, buscar palabras sensacionales o alarmantes e identificar qué fuentes en línea se consideran autorizadas. Otras aplicaciones pueden analizar y verificar los contenidos generados por IA, como los deepfakes, mediante técnicas de visión por computador, procesamiento del lenguaje natural o aprendizaje automático.

La desinformación y la IA plantean importantes retos éticos, sociales y legales para la libertad de expresión, el derecho a la información y la democracia. Es necesario promover una cultura crítica y responsable del uso y consumo de la información, así como establecer mecanismos de transparencia, rendición de cuentas y regulación de la IA y sus aplicaciones.

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