Expertos en tecnología debaten sobre la creciente reputación de «amenaza» de la inteligencia artificial en la Cumbre Tecnológica de Bloomberg, celebrada en San Francisco (EE. UU.), y subrayan la necesidad de vigilar de cerca esta tecnología, que sigue avanzando a pasos agigantados.
Sam Altman, director ejecutivo y cofundador de OpenAI Inc., reconoce que aunque existen áreas en las que la inteligencia artificial (IA) puede ser beneficiosa, también existen preocupaciones sobre las posibles consecuencias negativas. Altman declara: «Trabajamos con tecnología peligrosa que podría utilizarse de forma peligrosa con mucha frecuencia».
El empresario destaca campos como la ciencia, la educación y la medicina como prometedores ámbitos de aplicación de los avances de la IA, pero enfatiza la importancia de gestionar los riesgos asociados. Altman también se pronuncia sobre la necesidad de regulación, afirmando que una regulación global puede contribuir a garantizar la seguridad de la IA en lugar de detener su desarrollo.
Según informes de la agencia de noticias Sputnik, Altman elogia el éxito de los productos de OpenAI, como el chatbot ChatGPT y el generador de imágenes Dall-E, y enfatiza que su preocupación actual por la IA no está relacionada con el dinero. Afirma que construir salvaguardias para el uso de la IA es uno de los pasos más importantes que la humanidad debe lograr con esta tecnología.
Previamente, cientos de investigadores en inteligencia artificial y ejecutivos de tecnología habían firmado una advertencia sobre el potencial riesgo existencial de la IA para la humanidad. La declaración, publicada el 30 de mayo, insta a que mitigar el riesgo de extinción de la humanidad debido a la IA sea una prioridad mundial, junto con otros riesgos sociales como las pandemias y la guerra nuclear.
La firma de esta declaración involucró a destacados nombres de la industria, como Altman, Geoffrey Jinton, considerado el padrino de la IA, Dan Jendrycks, director del Centro para la Seguridad de la IA, y altos ejecutivos de Microsoft y Google.
En marzo, otra carta pública, firmada por más de 1.000 académicos, empresarios y especialistas en tecnología, instó a realizar una pausa en el desarrollo de la IA hasta que pueda regularse y gestionarse de manera responsable.
Fuente: Sputnik