Banco Central de Venezuela realizó esta semana una nueva intervención cambiaria

DESTACADO DE LA SEMANA Nacionales

Lo que debes saber sobre la última intervención cambiaria del BCV

El Banco Central de Venezuela (BCV) realizó esta semana una nueva intervención cambiaria, la número 40 del año, en la que vendió 10 millones de dólares a los bancos a un precio de 36,48 bolívares por euro. Esta venta se suma a los 52 millones de dólares que ya había vendido el lunes, completando un monto semanal de 62 millones de dólares.

Esta cifra es bastante inferior a las intervenciones anteriores, que habían superado los 100 millones de dólares por semana en las últimas dos semanas de septiembre. ¿A qué se debe esta reducción? ¿Qué efectos tiene sobre el tipo de cambio oficial y el mercado cambiario?

¿Por qué el BCV reduce sus ventas de divisas?

El BCV ha venido realizando intervenciones cambiarias desde principios de año, con el objetivo de estabilizar el tipo de cambio oficial y evitar una depreciación acelerada del bolívar frente al dólar. Estas intervenciones consisten en vender divisas a los bancos, que luego las ofrecen a sus clientes a través del sistema de mesas de cambio.

Sin embargo, el BCV no puede vender divisas ilimitadamente, ya que tiene que cuidar sus reservas internacionales, que son los recursos en moneda extranjera que posee el país para hacer frente a sus compromisos externos. Según los datos del propio BCV, las reservas internacionales cerraron septiembre en 6.414 millones de dólares, lo que representa una caída del 14% con respecto al cierre de 2022.

Además, el BCV tiene que tomar en cuenta la demanda y la oferta de divisas en el mercado, así como la liquidez en bolívares del sistema financiero. Si el BCV vende demasiadas divisas, puede generar una sobreoferta que haga bajar el precio del dólar y afecte negativamente a los exportadores y a los tenedores de divisas. Por otro lado, si el BCV vende pocas divisas, puede generar una escasez que haga subir el precio del dólar y afecte negativamente a los importadores y a los consumidores.

Asimismo, si el BCV vende divisas, está inyectando bolívares al sistema financiero, lo que aumenta la liquidez y puede generar presiones inflacionarias. Por eso, el BCV tiene que equilibrar sus ventas de divisas con otras operaciones monetarias que le permitan absorber parte de la liquidez excedente y controlar la inflación.

¿Qué efectos tiene la intervención cambiaria sobre el tipo de cambio oficial?

La intervención cambiaria del BCV tiene un efecto directo sobre el tipo de cambio oficial, que es el promedio ponderado de las operaciones realizadas por los bancos en las mesas de cambio. Al vender divisas a los bancos, el BCV aumenta la oferta de divisas en el mercado y ejerce una presión a la baja sobre el precio del dólar.

Según los datos del BCV, el tipo de cambio oficial cerró el jueves 5 de octubre en 34,71 bolívares por dólar, lo que representa un aumento del 1,2% con respecto al cierre del viernes 29 de septiembre. Esta variación es menor a las registradas en las semanas anteriores, cuando el tipo de cambio oficial llegó a subir hasta un 4% semanal.

Esto indica que la intervención cambiaria del BCV ha logrado contener parcialmente la tendencia alcista del dólar oficial, que ha pasado de 18 bolívares por dólar a principios de año a casi 35 bolívares por dólar actualmente. Sin embargo, esta contención no ha sido suficiente para evitar que el dólar oficial se siga alejando del dólar paralelo o informal, que se cotiza en más de 37 bolívares por dólar según algunos portales web.

¿Qué implicaciones tiene la intervención cambiaria para la economía venezolana?

La intervención cambiaria del BCV tiene implicaciones tanto positivas como negativas para la economía venezolana. Por un lado, al estabilizar el tipo de cambio oficial, el BCV contribuye a reducir la incertidumbre y la volatilidad cambiaria, lo que favorece la planificación y la inversión de los agentes económicos. Además, al evitar una depreciación abrupta del bolívar, el BCV ayuda a contener el impacto de la devaluación sobre la inflación y el poder adquisitivo de la población.

Por otro lado, al reducir sus ventas de divisas, el BCV limita el acceso a las divisas oficiales, lo que puede generar dificultades para los sectores productivos que dependen de las importaciones de insumos, maquinarias y equipos. Asimismo, al mantener un tipo de cambio oficial muy por debajo del tipo de cambio paralelo, el BCV genera un desincentivo para las exportaciones no petroleras, que pierden competitividad frente a otros países. Esto afecta la diversificación productiva y la generación de ingresos en moneda extranjera.

 

Etiquetada como

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *