Los flamencos rescatados de la cárcel de Tocorón se adaptan a su nuevo hogar en Caracas
En una acción de protección animal, cinco flamencos que vivían en condiciones precarias en la cárcel de Tocorón, en el estado Aragua, fueron trasladados al Parque Generalísimo Francisco de Miranda, en la capital venezolana.
Según informó la agencia AFP, las aves formaban parte de un zoológico improvisado dentro del penal, donde compartían espacio con otros animales exóticos. Los flamencos son de la especie Phoenicopterus ruber, que se caracteriza por su plumaje rosado debido a su dieta rica en crustáceos y mariscos.
Un funcionario del parque, que prefirió mantener su identidad en reserva, explicó que los flamencos presentaban signos de desnutrición y estrés por el abandono y el maltrato. Además, les habían cortado algunas plumas para impedirles volar.
«Estos flamencos sobrevuelan por el agua, pero no alzan vuelo porque en el penal les quitaron algunas plumas para evitar que vuelen», dijo.
Sin embargo, desde que llegaron a su nuevo hábitat, el pasado 20 de septiembre, los flamencos han mostrado una notable mejoría en su estado de ánimo y salud.
«Estaban estresados, ahora el estrés les ha bajado, de hecho buscan aparearse, caminan, se echan, abren sus alas», señaló.
El funcionario agregó que los flamencos se han adaptado bien al entorno del parque, donde cuentan con un lago artificial y una vegetación adecuada para su especie. También reciben una alimentación balanceada y cuidados veterinarios.
Los flamencos fueron rescatados durante la Operación de Liberación Cacique Guaicaipuro, un operativo de seguridad realizado por más de 11.000 agentes en la cárcel de Tocorón, considerada una de las más violentas del país.
Durante la intervención, se registraron enfrentamientos entre los reclusos y las fuerzas del orden, así como un incendio provocado por los presos que causó la muerte de la mayoría de los animales del zoológico.
El ministro de Interior y Justicia Remigio Ceballos ofreció un balance de la operación en una rueda de prensa, donde indicó que los animales fallecieron por deshidratación.
Los flamencos son las únicas sobrevivientes de este trágico episodio, que evidencia la situación deplorable de los centros penitenciarios venezolanos y el irrespeto a la vida animal.
Ahora, estos flamencos tienen una segunda oportunidad de vida en Caracas, donde esperan recuperar su belleza y esplendor.