El pasado lunes, una estudiante del Instituto Pedagógico de Caracas (IPC) denunció a través de las redes sociales que fue víctima de discriminación por parte del personal de seguridad de la institución, que no la dejó entrar a las instalaciones por llevar un vestido.
Según la joven, identificada como Betzabeth Castro, el motivo de la negativa fue que su vestimenta no cumplía con las normas establecidas en un comunicado emitido por el IPC, en el que se prohíbe el ingreso con gorras, vestidos ajustados, ropa de playa, minifaldas, escotes profundos, mini shorts, shorts, transparencias y otros similares.
Castro afirmó que su vestido no era ni ajustado, ni corto, ni escotado, y que se sintió humillada por el trato recibido. Además, cuestionó la validez del comunicado, que no estaba firmado por ninguna autoridad académica, sino por el jefe de la unidad de talento humano.
La estudiante también criticó el carácter ambiguo y subjetivo de las restricciones, que dejaban a criterio del personal de seguridad lo que se consideraba apropiado o no para ingresar a la casa de estudios.
Asimismo, calificó el comunicado como retrógrado y discriminatorio, al relacionar el libre desarrollo de la personalidad con la formación académica. Se preguntó si el uso de un vestido o una gorra afectaba su rendimiento o su calidad como futura docente.
Finalmente, hizo un llamado a la comunidad estudiantil del IPC a rechazar este tipo de medidas que atentan contra sus derechos y su dignidad. Solicitó la intervención de alguna organización o representación estudiantil que pudiera defender sus intereses y exigir respeto por su diversidad.